Hoy quería transmitir mi nostalgia por todos aquellos que no hace mucho disfrutamos de una escuela pública de calidad. Por eso os traigo unas palabras sin precedentes e inolvidables, de esas que llegan al corazón de la manos de Maria Ángeles Rodriguez, profesora de Educación Secundaria, con las que más de uno se sentirá identificado. Se trata de algunos fragmentos del discurso de apertura con el que abrió el pasado 23 de Abril, día del Libro, en su instituto.Así comienza su carta, sus palabras, sus recuerdos y vivencias de lo que un día fue el sistema educativo, muy contrario a lo que están forzando a que acabe siendo:
Duro tiempo el presente para la escuela pública. Ante la certeza de que se cierran puertas, de que se agotan las semillas, de que la sequía y el frío invadirán las aulas en breve, nuestra celebración del día del libro se hace eco del naufragio y se suma a las miles de voces que con indignación, tristeza y legítimas reivindicaciones se pronuncian frente al agravio extremo que suponen los recortes en educación....
Parte fundamental de nuestra biografía es el paso por la escuela.
Allí adquirimos unos conocimientos y valores, allí crecemos y construimos, con la interacción que permite la convergencia de la diversidad, una manera de estar en el mundo
y de relacionarnos. Tan inmensa es su incidencia que recordamos con ternura el tiempo vivido en su universo. Desfilan en la memoria maestros y maestras, aulas, nubes de algarabía, números, libros y pensamiento. Tal es la importancia de estas experiencias que incluso nos llega a conmover, por vincularse a la infancia y a la adolescencia, la escuela dirigida por la moral estricta e inhumana de la dictadura y sus postrimerías.
Allí adquirimos unos conocimientos y valores, allí crecemos y construimos, con la interacción que permite la convergencia de la diversidad, una manera de estar en el mundo
y de relacionarnos. Tan inmensa es su incidencia que recordamos con ternura el tiempo vivido en su universo. Desfilan en la memoria maestros y maestras, aulas, nubes de algarabía, números, libros y pensamiento. Tal es la importancia de estas experiencias que incluso nos llega a conmover, por vincularse a la infancia y a la adolescencia, la escuela dirigida por la moral estricta e inhumana de la dictadura y sus postrimerías.
Nos cuesta imaginar un mundo sin una buena escuela pública, nos cuesta imaginar una escuela que no neutralice y compense el desequilibrio social porque sería una escuela convertida en un absoluto des-lugar, territorio empobrecido, inhóspito y triste. Luchemos, por tanto, para que no se aborte la esperanza, para que los libros y la educación se siembren y florezcan en el pensamiento y resistamos al desánimo, formándonos libres en esa visión del mundo que desde la escuela pública inclusiva y plural, justa y solidaria siempre hemos querido construir.
Fuente:
https://www.yoestudieenlapublica.org
Una Educación que debe ser de calidad y por tanto debe contar con alumnos interesados, docentes competentes y una administración eficiente que se interese en proporcionar los medios más adecuados. Desgraciadamente, algunas administraciones están tomando medidas que dificultan el proceso de enseñanza y aprendizaje, hecho que afecta y afectará a todos los alumnos, pero especialmente a los más necesitados, que no podrán en muchos casos adquirir los objetivos básicos marcados por las leyes educativas. Creemos que merece la pena el esfuerzo de luchar por lo que es la base de toda sociedad democrática y moderna, la Educación, especialmente la Pública, ya que es la de todos y para todos, que debe volver a ser un referente para madres, padres, alumnos, docentes y toda la sociedad. Pretendemos informar, defender, conversar y luchar por la Educación de todos. LOLA
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